"Reflejos de El Salvador" es una obra colaborativa entre el fotógrafo Guillermo Cárcamo y el artista plástico Phobia, que conecta paisajes salvadoreños con las historias humanas de las calles de Santiago. A través de fotografías impresas en papel sintético, intervenidas al carboncillo, se crea un puente visual y emocional entre dos realidades distantes pero profundamente humanas.
Los paisajes estáticos de El Salvador —montañas, arquitectura y vestigios históricos— dialogan con los trazos de personajes anónimos de Santiago, quienes parecen observar, pertenecer e interactuar con esta nueva geografía. La obra es un homenaje a la universalidad de la humanidad y a la forma en que el arte rompe fronteras, conectando territorios y personas.